El contenido de este blog esta realizado por el centro de adultos de Lupión y Guadalimar (Jaén)

miércoles, 29 de febrero de 2012

YO JUGABA

Cuando nosotras éramos pequeñas no había tantos posibles como hoy en día y debíamos pasar sin muchos caprichos. Había algunos privilegiados, los menos, que disponían de una economía bien saneada y vivían un poco mejor. Para los demás, la subsistencia estaba por encima de todo y los caprichos ni los conocíamos.
Cuando queríamos pasar una tarde entretenida, era muy normal coger algún trozo de tela y fabricarnos nosotras mismas unas bonitas muñecas, que aunque no se puede comparar con las que  hoy en día hay en el mercado, a nosotras nos parecían las mejores del mundo.
Una vez que teníamos la muñeca le cosíamos bonitos vestidos que luego intercambiábamos y con ellas podíamos estar horas jugando. Nos inventábamos algunas historias en las que las muñecas eran las protagonistas y desarrollábamos nuestro ingenio y nuestra imaginación de manera que nunca hubiéramos creído que se pudiesen fabricar modelos como los que hoy en día hay en el mercado, muñecos y muñecas que tienen moquitos, comen, e incluso hacen caca y pipí.
Es increíble como el mundo puede cambiar tanto. Lo bueno de todo esto es que el ser humano es capaz de adaptarse a cada situación y hacer de la suya la mejor de todas.
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Alumnas del colegio de adultos de LUPIÓN
Escrito por Mari Cati.

lunes, 6 de febrero de 2012

Carnavales de 1970

Hace muchos años, en mi pueblo en los carnavales, las mocitas sacaban todas las ropas del baúl. Ya me quito, ya me pongo.Se tapaban las caras para que nádie las conocieran e iban por todas las calles diciendo (hay que torpe que no me conoces), voceando si parar. El miercoles de ceniza iban de negro riguroso por el entierro de la sardina, llorando por las calles. Llamaban a las puertas pidiendo dinero
para el entierro y al final lo que sacaban lo repartian.
En carnavales, como en otros festejos, se hacían ruedas que consistían en agarrarse de la mano,sobre todo las chicas, porque los chicos sólo se agarraban algunos,los mas atrevidos; los otros se quedaban mirando en las esquinas.
Mientras se daban vueltas,cogidos de la mano, se cantaban canciones. Algunas de ellas dedicadas a meterse con las personas que miraban a las mujeres que pasaban por allí, como esta:

Muy buenas tardes señores
venimos a saludar
por domingo de piñata
y último de Carnaval

Carnaval, carnaval,
tú te vienes y te vas
y nosotros nos iremos
y no volveremos más.

Ya se ha ido el carnaval
y no te ha salido novio,
te has echado la permanente
cuatro duros has perdido.